Hermosa Dorada cangrejera
Es la Dorada más grande que he sacado hasta ahora y cuando salio del
agua me temblaban hasta las manos.
Creo que las manos no me temblaban por lo grande que era o
por el peso que fuera a dar en la báscula sino por el gran momento vivido.
En la caña llevaba cebo duro, mientras en la otra caña
intercambiaba la lombriz de arena con la rosca buscando el magre.
Si picaba algo en esa caña sabia que iba a ser algo bueno.
Justo al amanecer cuando empezó a clarear y todavía quedaba
un buen rato hasta ver salir el sol, el avisador de picada de esa caña salto
por los aires.
Me pilló justo mirándolo y lo ví todo.
Ya os imaginais el salto que pegué de la silla.
Increíble picada, abrí el carrete más de lo que estaba por
si acaso se liaba a sacar hilo.
Estuve 2 minutos observando el puntero y no paraba de
moverse, muy poco pero no paraba..
Lo clavé y aquello empezó a sacar hilo como una locomotora.
La adrenalina se apoderó de mi teniendo una de las luchas
más bonitas de mi vida.
En la orilla no había apenas agua y muy pocas olas.
La dorada sacaba toda la cola para arriba y estuve mucho
rato con ella, la traía a 10 metros de mí y daba el cabezazo iendose 20 - 30
metros hacia mar adentro, eso me lo hizo muchas veces y tras 5 - 10 minutos con esa situación pensé que no iba a poder
sacarla sin meterme al agua o sin pedir ayuda a algún pescador de los que había
por allí, aunque estaban bastante lejos.
Busqué algún sitio donde estuviera rompiendo alguna ola un
poco más fuerte y al fin conseguí ponerla en tierra.
Unos 30 metros a la izquierda
de mi puesto, con hilo finito, temiendo por el nudo del puente que salio y entró por la anilla puntera un montón de veces.
Al final el mar la entregó dejándola a mis pies.
Cuando dejé la caña en el pincho y cogí la Dorada ya me temblaba todo y la alegría se apoderó de mí.
Una experiencia inolvidable.
Buena pesca
Me parece muy interesante.
ResponderEliminarUna idea estupenda que intentaré poner en marcha.